Tema de la Actualidad
"El 4% para la educación"
Luis Felipe Lama
En estos momentos la sociedad civil y el sector
público en la República Dominicana se encuentran enfrentados por una
decisión política que tiene efectos importantes en el desarrollo
económico y social del país. Actualmente el gobierno dominicano aporta a
la educación pública el equivalente a aproximadamente un 2.4% del
producto interno bruto (PIB). Muchos entienden que este porcentaje debe
de aumentarse a un 4%; tal como lo estipula la Ley General de Educación
66-97. La educación es un factor clave para el desarrollo económico de
un país, mejora la eficiencia y por ende la productividad en el largo
plazo.
Parte del problema se deriva de la situación financiera
actual del gobierno, que impide una asignación mayor de recursos. Con
ingresos proyectados para el 2011 de aproximadamente RD$293.2 mil
millones y gastos proyectados de aproximadamente RD$ 326.7 mil millones,
se dificulta invertir el 4% del PIB en educación.
Aunque se
presenta un problema de gastos, el gobierno debe de hacer el esfuerzo de
asignarle los fondos necesarios a la educación pública, ya que en el
futuro esta inversión es la que ayudará a mejorar la productividad del
país, aumentar el crecimiento económico y fomentar el desarrollo.
El
respetado economista de la Universidad de Chicago, Raghuram Rajan,
explica la importancia de la educación en su último libro titulado
“Fault Lines”. Rajan establece que el capital humano son las capacidades
de un ser humano como son la salud, inteligencia y sabiduría, actitud,
aptitud social y empatía que hacen a una persona un miembro productivo
dentro de una sociedad. Mientras mayor sea el acervo de capital humano
en una persona, mayor es su eficiencia y por ende tiende a mejorar su
productividad. Rajan también estipula que la educación formal tiene el
rol más importante en la formación del capital humano de una persona, y
que no solo incrementa los salarios potenciales y perspectivas
profesionales de una persona; sino que también los habilita para usar
mejor sus facultades. Rajan también sostiene que las personas que tienen
mejor educación, tienden a cuidar más de su salud, incursionar menos en
actividades criminales, y participar más en actividades sociales y
políticas, y que también tienden a influenciar a sus hijos a comportarse
de igual forma, ayudando así a las generaciones futuras.
Lo que
establece Rajan en su libro se puede medir a través del alfabetismo, el
cual se usa como una forma indirecta de medir el nivel del capital
humano de una sociedad. Al estudiar diferentes países uno puede ver que
los países que invierten más en la educación tienen más capital humano y
son más productivos, presentando un mayor PIB per cápita.
Un
ejemplo de esto es Chile que aporta alrededor de 4.2% de su PIB a la
educación y tiene un nivel de alfabetismo de un 96.5%, como fue
presentado en el documento del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) en el año 2009 y un PIB per cápita de $13,890. Otro
ejemplo es el de Perú, que invierte un 3% del PIB en educación y muestra
un PIB per cápita de $8,940 y un nivel de alfabetismo de 89.6%, ambos
indicadores superiores a los que presenta la República Dominicana. Los
datos chilenos y peruanos contrastan con los nuestros y validan el
argumento de Rajan, ya que en este país se invierte menos que en los
demás países presentados, alrededor de un 2.4% del PIB en la educación,
el nivel de alfabetismo es de 89.1%, menor que el de los demás, y tiene
un PIB per cápita de $8,700, igualmente menor que el de los demás.
Este
aporte mayor a la educación pública debe ser visto como una inversión;
la cual tiene el potencial de incrementar la eficiencia nacional del
país en el futuro. Esto se ve demostrado en los países con unas de las
mayores economías, como son los Estados Unidos, que mantiene un PIB per
cápita de US$47,200, y el Reino Unido, que mantiene un PIB per cápita de
US$34,800. Los Estados Unidos y el Reino Unido invierten alrededor de
un 5.7% y un 5.3% de su PIB para la educación pública respectivamente.
A
continuación se analizan tres posibles alternativas para aumentar la
inversión y la eficiencia del sistema de educación pública, estas son:
la redistribución del gasto corriente del gobierno, la creación de un
impuesto especializado y la privatización parcial de la educación junto
con un impuesto especializado. La primera solución es aumentar los
recursos a través de una redistribución del gasto corriente del
gobierno; en este caso el país sacrifica eficiencia a corto plazo por un
mayor rendimiento a mediano y largo plazo, creada por el incremento en
el capital humano de la fuerza laboral.
Otra alternativa es la de
crear un impuesto especializado para la educación pública, cuya ley
tenga la facultad de penalizar a los funcionarios públicos que usen los
fondos recaudados inadecuadamente. Los ingresos de estos impuestos
serían usados exclusivamente para lograr el aumento requerido en la
inversión para la educación pública.
Otra posible solución busca
mejorar la eficiencia de la educación y esta es la privatización parcial
de la educación pública nacional combinada con un impuesto
especializado. Esta idea fue presentada por Milton Friedman y apoyada
por los también respetados economistas Friedrich Hayek y Murray
Rothbard. Esta solución llevaría al gobierno a invertir en gastos
estudiantiles los fondos obtenidos a través del impuesto especializado.
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