viernes, 22 de junio de 2012

Tema de la Actualidad
"El 4% para la educación"

Luis Felipe Lama
listin Diario.
En estos momentos la sociedad civil y el sector público en la República Dominicana se encuentran enfrentados por una decisión política que tiene efectos importantes en el desarrollo económico y social del país. Actualmente el gobierno dominicano aporta a la educación pública el equivalente a aproximadamente un 2.4% del producto interno bruto (PIB). Muchos entienden que este porcentaje debe de aumentarse a un 4%; tal como lo estipula la Ley General de Educación 66-97. La educación es un factor clave para el desarrollo económico de un país, mejora la eficiencia y por ende la productividad en el largo plazo.

Parte del problema se deriva de la situación financiera actual del gobierno, que impide una asignación mayor de recursos. Con ingresos proyectados para el 2011 de aproximadamente RD$293.2 mil millones y gastos proyectados de aproximadamente RD$ 326.7 mil millones, se dificulta invertir el 4% del PIB en educación.

Aunque se presenta un problema de gastos, el gobierno debe de hacer el esfuerzo de asignarle los fondos necesarios a la educación pública, ya que en el futuro esta inversión es la que ayudará a mejorar la productividad del país, aumentar el crecimiento económico y fomentar el desarrollo.

El respetado economista de la Universidad de Chicago, Raghuram Rajan, explica la importancia de la educación en su último libro titulado “Fault Lines”. Rajan establece que el capital humano son las capacidades de un ser humano como son la salud, inteligencia y sabiduría, actitud, aptitud social y empatía que hacen a una persona un miembro productivo dentro de una sociedad. Mientras mayor sea el acervo de capital humano en una persona, mayor es su eficiencia y por ende tiende a mejorar su productividad. Rajan también estipula que la educación formal tiene el rol más importante en la formación del capital humano de una persona, y que no solo incrementa los salarios potenciales y perspectivas profesionales de una persona; sino que también los habilita para usar mejor sus facultades. Rajan también sostiene que las personas que tienen mejor educación, tienden a cuidar más de su salud, incursionar menos en actividades criminales, y participar más en actividades sociales y políticas, y que también tienden a influenciar a sus hijos a comportarse de igual forma, ayudando así a las generaciones futuras.

Lo que establece Rajan en su libro se puede medir a través del alfabetismo, el cual se usa como una forma indirecta de medir el nivel del capital humano de una sociedad. Al estudiar diferentes países uno puede ver que los países que invierten más en la educación tienen más capital humano y son más productivos, presentando un mayor PIB per cápita.

Un ejemplo de esto es Chile que aporta alrededor de 4.2% de su PIB a la educación y tiene un nivel de alfabetismo de un 96.5%, como fue presentado en el documento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el año 2009 y un PIB per cápita de $13,890. Otro ejemplo es el de Perú, que invierte un 3% del PIB en educación y muestra un PIB per cápita de $8,940 y un nivel de alfabetismo de 89.6%, ambos indicadores superiores a los que presenta la República Dominicana. Los datos chilenos y peruanos contrastan con los nuestros y validan el argumento de Rajan, ya que en este país se invierte menos que en los demás países presentados, alrededor de un 2.4% del PIB en la educación, el nivel de alfabetismo es de 89.1%, menor que el de los demás, y tiene un PIB per cápita de $8,700, igualmente menor que el de los demás.

Este aporte mayor a la educación pública debe ser visto como una inversión; la cual tiene el potencial de incrementar la eficiencia nacional del país en el futuro. Esto se ve demostrado en los países con unas de las mayores economías, como son los Estados Unidos, que mantiene un PIB per cápita de US$47,200, y el Reino Unido, que mantiene un PIB per cápita de US$34,800. Los Estados Unidos y el Reino Unido invierten alrededor de un 5.7% y un 5.3% de su PIB para la educación pública respectivamente.

A continuación se analizan tres posibles alternativas para aumentar la inversión y la eficiencia del sistema de educación pública, estas son: la redistribución del gasto corriente del gobierno, la creación de un impuesto especializado y la privatización parcial de la educación junto con un impuesto especializado. La primera solución es aumentar los recursos a través de una redistribución del gasto corriente del gobierno; en este caso el país sacrifica eficiencia a corto plazo por un mayor rendimiento a mediano y largo plazo, creada por el incremento en el capital humano de la fuerza laboral.

Otra alternativa es la de crear un impuesto especializado para la educación pública, cuya ley tenga la facultad de penalizar a los funcionarios públicos que usen los fondos recaudados inadecuadamente. Los ingresos de estos impuestos serían usados exclusivamente para lograr el aumento requerido en la inversión para la educación pública.

Otra posible solución busca mejorar la eficiencia de la educación y esta es la privatización parcial de la educación pública nacional combinada con un impuesto especializado. Esta idea fue presentada por Milton Friedman y apoyada por los también respetados economistas Friedrich Hayek y Murray Rothbard. Esta solución llevaría al gobierno a invertir en gastos estudiantiles los fondos obtenidos a través del impuesto especializado.


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